Aún no conozco a nadie que no le gusten las albóndigas porque, en mi opinión, es un plato perfecto y con mucho sabor: tiene carne que se desmenuza al cortarla, verduras, salsa, especias y además está súper rico.
Y si lo acompañas de quinoa, como he hecho yo, es ideal para poder aprovechar toda la salsa. Y para hacerla solo necesitas:
- carne: yo he usado 3 contra muslos de pollo picados
- 1 huevo grande
- 2 cucharadas de nuestra mezcla ajo y perejil
- sal rosa
- un chorreoncito de aceite de oliva
Y para la salsa:
- 4 cebollas
- aceite de oliva
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de curry madras
- 2 cucharaditas de ajo y perejil
- 2 vasos de agua
Ponemos la carne picada en un recipiente y añadimos aceite de oliva, un huevo, ajo y perejil y un poco de sal, y removemos bien. Lo guardamos en el frigorífico durante toda la noche.
Al día siguiente, nos engrasamos las manos y formamos las bolitas para las albóndigas, y las rebozamos con pan rallado. Reservamos.
Preparamos la salsa sofriendo las cebollas con los dientes de ajo hasta que esté blandita. Añadimos entonces el curry madras, el ajo y perejil y un poco de sal. Dejamos que se cocine unos minutos más y entonces lo trituramos con un poco de agua.
Doramos las albóndigas en la misma sartén e incorporamos la salsa y un poco más de agua. Cocinamos a fuego medio durante unos 15 minutos y listas.
Decora con perejil fresco y acompaña con quinoa o arroz cocido.
Deja un comentario