Mucho antes de ser pesto, la albahaca ya era protagonista de una historia de amor intensa, sangrienta y literaria. 💀💚
En el siglo XIV, durante la peste negra, Boccaccio escribió un cuento en El Decamerón sobre Isabella da Messina, una joven que se enamora de un hombre al que sus hermanos asesinan. 😢
En sueños, su amado le revela dónde está enterrado.
Ella desentierra su cuerpo, le corta la cabeza, la pone en una maceta… y planta albahaca encima.
La riega con sus lágrimas.
La albahaca florece.
Y ella muere de pena.
🎭 Sí, esto pasó en un cuento… pero también en la historia del arte.
🖼 Esta escena fue pintada siglos después por William Holman Hunt en “Isabella and the Pot of Basil” (1868), una obra vibrante y dolorosa que cuelga hoy en la Laing Art Gallery (UK).
🎨 También inspiró a John Everett Millais y al poeta John Keats, que escribió su versión en 1818.
Pero… ¿por qué albahaca?
Porque esta planta es símbolo de amor y luto en muchas culturas.
Y porque tiene esa dualidad: es intensa, dulce, y también misteriosa.
Además, es una de las plantas más promiscuas del reino vegetal:
- 🌬️ Su polen es muy ligero.
- 🐝 Se cruza con facilidad con otras variedades.
- 🌱 Por eso existen más de 150 tipos conocidos de albahaca.
¿Sabías que algunas saben a canela? Otras a limón, y otras a clavo. Todo depende de los compuestos que llevan: citral, metil cinamato o eugenol.
💡 Y si solo conoces la albahaca italiana de hoja grande… aún te queda mucho por descubrir.
✨ Guarda este post si amas las historias raras y las plantas con alma.
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