Así es la sal negra kala namak, un ingrediente milenario que sorprende a cualquiera que la prueba por primera vez.
Se usa mucho en la cocina vegana, y no es por moda: es porque realmente sabe a huevo. Ese sabor tan característico proviene del sulfuro de hidrógeno, el mismo compuesto que se libera al freír un huevo… solo que en este caso, surge de una reacción química completamente natural y tradicional.
🔬 ¿Cómo se fabrica?
Todo empieza con sal rosa del Himalaya.
Se mezcla con carbón vegetal, cortezas, frutos secos y hierbas ayurvédicas.
Luego se mete en vasijas de barro, se sellan y se entierran entre brasas ardientes, donde permanecen hasta 24 horas, a más de 1000 °C.
Durante ese tiempo, la sal cambia. Reacciona. Se transforma.
Y al enfriarse lentamente durante dos días, aparece la famosa sal negra:
Oscura, aromática y con ese sabor que recuerda al huevo frito.
🧂 En la India se ha usado durante siglos, no solo por su sabor, sino también por sus propiedades digestivas.
Hoy, es el secreto mejor guardado de quienes buscan alternativas vegetales con sabor real.
🌱 ¿Eres vegano/a o te gusta experimentar con nuevos sabores?
Entonces tienes que probarla. Un poco en tu tofu revuelto o en una ensalada y no vas a creerlo.
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¿Ya la conocías? ¿Dónde la has probado?
Y si no… etiqueta a esa persona que necesita saber que esto existe.
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